Actualmente las empresas viven la necesidad de innovar en los modelos y en los diseños organizativos. Durante las últimas décadas la atención ha estado centrada en mejorar la eficiencia de las organizaciones, en diseñar organizaciones que supiesen explotar cada vez mejor. Ahora el reto es desarrollar entornos que faciliten la exploración, la búsqueda de innovaciones y de nuevos negocios.
Porque sobre el papel parece razonable dedicar recursos y capacidades organizativas para explotar y asegurar la actual viabilidad de la empresa, al mismo tiempo que se dedica suficiente energía a la exploración para asegurar su viabilidad futura. Pero, cómo señaló el profesor James March, “la dificultad en alcanzar este equilibrio es que se produce un sesgo en las empresas a favor de la explotación ya que proporciona una mayor certeza de poder alcanzar éxitos a corto plazo”.
Cuando la empresa realiza inversiones en explotar, refinar o potenciar las competencias y tecnologías actuales, puede predecir retornos positivos a corto plazo. En cambio, cuando la empresa invierte en exploración, experimentando y apostando por nuevas tecnologías y modelos de negocio, a menudo los resultados son más inciertos y pueden llegar a ser negativos. El reto para las organizaciones del siglo XXI es superar este dilema y ser capaces de desarrollar entornos empresariales donde se puedan, a la vez, explotar los negocios actuales y explorar nuevas oportunidades.
Con Alfons Cornella hemos escrito un artículo publicado en Harvard Deusto Business Review donde señalamos que estamos asistiendo al surgimiento de nuevos modelos y diseños organizativos. Pero suelen ser soluciones a medida de cada organización donde tiene una gran influencia el tamaño y la edad de la empresa, el sector en el que desarrollan su actividad o el nivel tecnológico. Si nos centramos en las empresas existentes que se encuentran ante el reto de la transformación para adaptarse a los nuevos cambios del entorno, se pueden encontrar algunos patrones comunes que nos permiten agruparlos en cuatro grandes modelos.
Los dos primeros persiguen transformar la empresa desde el nivel de la estrategia de negocio o de empresa (“Business Strategy”): a través de la creación de una nueva unidad dedicada a la transformación (“Innovation Lab”) o con la creación de una red de voluntarios que impulsen nuevos proyectos (“Dual Organization”). Quizás el primer modelo es más interna, se crea una nueva unidad, y el segundo es más abierta, se crea una red de voluntarios, pero ambos persiguen transformar la organización desde dentro.
Los otros dos modelos ven la empresa desde el nivel corporativo (“Corporate Strategy”) y se plantean su transformación a partir de la creación de una división de nuevos negocios (“Ambidextrous Organization”) o de una nueva empresa (“Start-up”). Ambos modelos persiguen también transformar la corporación pero separando el negocio actual y los nuevos negocios. El tercer modelo lo hace de una manera más interna, creando un nuevo departamento, y el cuarto más abierta, creando una nueva empresa.
One Comment
JORDI NAVARRO
Hola Marcel,
muchas gracias por este aporte. En nuestro equipo de trabajo estamos diseñando diferentes modelos de gestión estratégica para nuestros clientes.
Hemos leído con detenimiento tu artículo que has publicado en Harvard-Deusto y nos ha parecido muy interesante y útil.
De nuevo muchas gracias.
Recibe un cordial saludo,
JORDI NAVARRO