Hace sólo unas horas Edurne Pasaban ha alcanzado la cumbre del Shisha Panga. De esta manera ha culminado su proyecto personal de subir a los 14 picos que hay en el planeta que superan los 8.000 metros de altura, situados todos en el Himalaya. Hasta hora sólo quince personas han coronado estos 14 picos. Edurne ha sido la segunda mujer en lograrlo, después de la coreana Miss Oh. En el año 2001 escaló el Everest e inició este proyecto 14 x 8.000 que finalmente ha logrado culminar tras casi una década de esfuerzo y persistencia.
Conocí a Edurne después de la ascensión al K2 y su dramático descenso, en el año 2004, donde sufrió congelaciones y le tuvieron que amputar dos dedos del pié. Pensamos que esta experiencia podía ser de utilidad para provocar la reflexionar sobre cómo afrontar un proyecto empresarial. Organizamos unas sesiones con directivos y estudiantes, tanto en Madrid como en Barcelona. Edurne relataba su experiencia, con la ayuda de un vídeo, y posteriormente los participantes realizaban diversos ejercicios y debates. Una de las principales lecciones era que para un alpinista lo importante no es sólo alcanzar la cumbre, sino descender sano y salvo. A partir de esta idea los directivos debatían sobre cual era la finalidad última de su proyecto empresarial: los resultados o la sobrevivencia de la empresa.
Por otro lado, las similitudes entre el proyecto de Edurne y el mundo de la empresa son numerosas. Antes de partir se ha de planificar la cumbre que se quiere alcanzar y buscar los recursos necesarios: organizar el equipo humano y conseguir patrocinadores. Cuando se llega al Himalaya hay que organizar la logística de la expedición para llevar todo el material hasta el pié de la montaña. Después empieza la verdadera escalada, cuando se ha de llevar a la práctica la estrategia prevista. Aunque se tendrá estar muy atento a los cambios meterológicos antes de decididir el momento oportuno para lanzar el asalto a la cumbre. Un gran esfuerzo que tiene su final cuando la alpinista llega con vida al campo base.
El proyecto 14 x 8.000 de Edurne que ahora ha culminado es una bonita metáfora, una inspiración y un reto para las empresas en tiempo de crisis.
One Comment
Colin McElwee
Una historia realamente impresionante Marcel. Y la analogía con el mundo empresarial acertada. Proyectos sociales tambien tienen dar resultados pero tambien tienen ser sostenibles
Me siento en el basecamp y veo unos cumbres tipo de las Himalayas en frente…..y una década del esfuerzo y persistencia 😉 Un abrazo fuerte