Hace un año terminamos de escribir con Luisa Alemany el libro Emprender es posible y creo que hoy aún mantiene toda su vigencia. Quisimos dejar claro que su título no es una interrogación sino que se trata de una afirmación. La demostración son los cerca de cincuenta jóvenes emprendedores que nos cuentan sus proyectos y sus ideas. Estos testimonios son una muestra que emprender es posible hoy en España. Son personas que normalmente no aparecen en los medios de comunicación y que han tomado la decisión de emprender. En nuestras pantallas siempre tienen más espacio las grandes corporaciones o los acontecimientos trágicos. Ya se sabe que hace más ruido el árbol que cae que la hierba al crecer. Pero estos jóvenes forman una nueva generación de emprendedores que, ahora y aquí, están haciendo historia. De una forma anónima y silenciosa, como la hierba cuando crece, están construyendo su futuro y el de todos nosotros.
Emprender en España no es fácil. La crisis económica sigue produciendo una destrucción del tejido empresarial, desaparecen más empresas que las que se crean. Mientras, los procesos para la constitución de una nueva empresa siguen siendo excesivamente largos, complejos, y costosos. El paro es el principal problema del país y la creación de nuevos puestos de trabajo se generará principalmente en las micro, pequeñas y medianas empresas. Pero, encendiendo las “luces largas”, hay factores estructurales que provocan que los flujos de creación de nuevos proyectos sean inferiores a otros países europeos. En el libro nos hemos focalizado en tres factores clave de entorno: la cultura, la educación y la financiación. Emprender en España no es fácil porque no se valora, no se enseña, y no se apoya. Son tres frenos estructurales que bloquean el espíritu emprendedor. No se valora ni se reconoce la figura social del emprendedor, de la persona que asume un riesgo para hacer realidad un proyecto. En la escuela no se educa para la iniciativa y en la universidad no se forma al estudiante para que pueda emprender crear un nuevo proyecto. Las administraciones públicas y el sistema financiero no facilitan el desarrollo de los vehículos necesarios para que el necesario crédito llegue para la puesta en marcha de estas iniciativas.
Start-up Spain. El cambio es posible y necesario. Los países, como las personas, evolucionan y cambian. Sólo hay que echar un vistazo a los estudios sociológicos para ver cómo ha cambiado la sociedad española en estas últimas décadas. Estos cambios sociales también provocan cambios en los valores, en los criterios de acción social que son comúnmente aceptados. Hay mitos o tabúes sociales que decaen. La actual crisis económica va a tener un impacto social que aún es difícil de valorar en estos momentos. En cualquier caso, nos coloca en una situación de urgencia social donde se requiere tomar decisiones estratégicas, de país. La apuesta por fomentar el espíritu emprendedor puede ser una de las opciones de salida de esta crisis.
¿Por qué no puede ser que en el futuro este bien visto emprender en España?. ¿Qué los medios de comunicación valoren y den a conocer ejemplos de emprendedores?. ¿Que los padres entiendan que no es más estable trabajar en una gran organización que en una nueva empresa?. ¿Por qué no se puede enseñar a emprender en la escuela igual como se enseña educación física, alimentación o ciudadanía?. ¿No se puede preparar a los universitarios para llevar a la práctica sus propios proyectos?.¿Se imaginan el impacto social que tendría si se incentivase la contratación en las pequeñas y medianas empresas?. ¿Se podría ayudar fiscalmente a las redes de inversores privados –“business angels”- que participasen en nuevos proyectos?. ¿Las entidades financieras podrían invertir en fondos de capital riesgo dirigidos a las primeras fases de la vida de un proyecto?.
El nudo a estrechar. El llamado nudo borromeo es el último gráfico que nos sirve de resumen y síntesis del libro. Los tres factores claves para el fomento de la iniciativa emprendedora en España (cultura, educación, financiación) se han dibujado como si fuesen tres aros enlazados, recordando el nudo borromeo o nudo Borromi. Esta denominación tiene su origen en la familia italiana Borromi que adoptó los tres círculos unidos en un nudo como escudo heráldico en su blasón, en referencia a las tres ramas familiares. Estrictamente se trata de un enlace que suele representarse como tres aros entrelazados que al separar uno cualquiera de los tres, se liberan los otros dos. Por tanto no es una estructura jerárquica, es topológica, y su única propiedad es la mutua implicación. Si conseguimos desarrollar simultáneamente estos tres factores estamos convencidos que podremos aflorar el potencial emprendedor que tiene la sociedad.
Fomentar la iniciativa emprendedora en España ha de ser un proyecto de país, necesario e ilusionante, que requiere el consenso y la cooperación de todos los agentes sociales, públicos y privados, para lograr convertir en realidad estos cambios posibles en la cultura, la educación y la financiación que se encuentran tan estrechamente entrelazados, como si fuesen el nudo de los Borromi.